domingo, 30 de enero de 2011

La megalomanía dentro de la iglesia

El tema que tocaré ahora me ha tocado vivirlo en carne propia,sin embargo también he podido observar que este es un problema muy común en varias iglesias,muchos pastores se han adueñado de las almas de la gente y además de eso se han tomado el atrevimiento de sentarse en el trono de Dios, se han hecho dioses ellos mismos y se han tomado la gloria de Dios para ellos mismos.
Jesucristo fue claro, el dijo que el que quiera hacerse mayor debe hacerse siervo de los demás Mat 23:11  El que es el mayor de vosotros,  sea vuestro siervo. Sin embargo se nos ha enseñado que los líderes están arriba de nosotros y que nos debemos de someter a ellos a toda costa, y muchas veces se obliga a la gente a hacerlo, y no solo eso sino que se le exige a la gente que les llame por su titulo (Pastor, profeta,etc), pero la palabra dice a los pastores y lideres: 1Pe 5:2  Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros,  cuidando de ella,  no por fuerza,  sino voluntariamente;  no por ganancia deshonesta,  sino con ánimo pronto; Pero este texto se les olvida a los pastores y líderes y han convertido la sujeción en esclavitud, poniendo de esta manera tropiezo para la libertad con que Cristo nos llamó, y la palabra es clara 1Co 7:23  Por precio fuisteis comprados;  no os hagáis esclavos de los hombres.No podemos nunca olvidarnos quien es el dueño de la iglesia, la escritura dice en Hch 20:28  Por tanto,  mirad por vosotros,  y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos,  para apacentar la iglesia del Señor,  la cual él ganó por su propia sangreHablándole a las autoridades de la iglesia para que cuiden la iglesia pero aclarando que el dueño es Cristo.

Es difícil muchas veces para la gente resistir la soberbia de algunos lideres, que con amenazas y maldiciones amedrentan  a todo aquel que no este de acuerdo con él, pero esto hemos dejado claro que es esclavitud y no sujeción, y el mismo apóstol Pablo dice en Gál 2:5  a los cuales ni por un momento accedimos a someternos,  para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros. Y es un texto fuerte en el cual Pablo deja claro que lo importante es la verdad del Evangelio, la libertad con la que Cristo nos hizo libres, estos delirios de grandeza que poseen ciertos hombres son una evidencia que ellos no son pastores, porque de acuerdo al modelo bíblico un pastor debe ser irreprensible,  marido de una sola mujer,  sobrio,  prudente,  decoroso,  hospedador,  apto para enseñar; no dado al vino,  no pendenciero,  no codicioso de ganancias deshonestas,  sino amable,  apacible,  no avaro; que gobierne bien su casa,  que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa,  ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); no un neófito,  no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera,  para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo. (1 Ti. 3:2-7) , por el contrario un falso maestro se identifica siempre con la soberbia  Pues hablando palabras infladas y vanas,  seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error.  Les prometen libertad,  y son ellos mismos esclavos de corrupción.  Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció.
(2Pe 2:18-19 ).

Deberemos siempre como iglesia estar atentos, discernir y probar a cada uno de los lideres, no podemos ser simples y seguir a cualquiera que se nos ponga enfrente. Yo conozco tus obras,  y tu arduo trabajo y paciencia;  y que no puedes soportar a los malos,  y has probado a los que se dicen ser apóstoles,  y no lo son,  y los has hallado mentirosos; (Apo 2:2) y debemos estar siempre firmes con la libertad con la que Cristo nos hizo libres, sometiéndonos a Dios y resistiendo al adversario para que huya de nosotros (Stg. 4:7), y recordando que los ministerios Cristo los dejó para que llegáramos a la unidad de la fe y a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Ef 4: 11-14), y que al cumplirse esto nuestro sometimiento a la autoridad que Cristo dejo en la iglesia debe ser completo.

Paz.

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